La fotovoltaica en Galicia permite conectar comunidades energéticas. El hecho de poder crear micro-redes comunitarias permite ganar en independencia energética, lo que resulta interesante no solo para los vecinos que viven en un mismo edificio, sino también para quienes habitan en el rural. Te contamos todas sus posibilidades.
Zonas rurales de Galicia: cómo conectar comunidades energéticas gracias a la energía fotovoltaica
Cuando hablamos de las instalaciones fotovoltaicas en Galicia, las posibilidades que ofrecen son infinitas, debido a que permiten reducir la dependencia respecto a las compañías eléctricas. Además, es una fuente de energía limpia y renovable, que ayuda a combatir el cambio climático y permite ahorrar dinero en la factura de la luz.
Lo interesante, es que no debe verse únicamente como algo independiente o personal, sino que en muchas ocasiones puede ser algo comunitario. Por ejemplo, cuando se busca pagar menos de luz en un mismo edificio. Es una inversión que permite ahorrar a medio plazo.
¿Qué es una instalación fotovoltaica comunitaria?
La instalación de paneles en comunidades de vecinos permite generar energía solar que pueda ser compartida entre varias personas. Es decir, en vez de que cada casa tenga sus propios paneles solares, los vecinos se agrupan y llevan a cabo una única instalación. Como resultado, la energía generada se reparte entre todos los vecinos.
Es un tipo de autoconsumo colectivo, que resulta muy recomendable para quienes viven en áreas urbanas y rurales. Es una opción que puede contemplar cualquier vecino que quiera reducir la dependencia energética.
¿Por qué apostar por la fotovoltaica en el ámbito rural?
En las zonas rurales de Galicia, siempre ha existido una importante dependencia de las grandes compañías eléctricas. Sin embargo, eso está cambiando.
Hoy en día existen muchas soluciones para impulsar la autosuficiencia energética. Es un nuevo nuevo modelo que permite a los vecinos crear comunidad para producir, gestionar y consumir su propia energía renovable.
¿Qué tipos de instalaciones de paneles solares se llevan a cabo?
En la actualidad, hay varios tipos de instalaciones de paneles solares enfocados al ámbito comunitario. En muchos casos, depende del espacio disponible y de la manera de gestionarlo. Por ejemplo:
- Paneles en cubiertas compartidas: una de las opciones más populares consiste en colocar los módulos en el tejado del edificio y repartir la energía entre los vecinos que participan. Es interesante para bloques de pisos o edificios que tienen una azotea común.
- Paneles en terrenos: cuando el tejado no reúne las condiciones necesarias o el espacio es limitado, la instalación puede hacerse en un terreno común o próximo a las viviendas. Este modelo, a diferencia del anterior, se adapta muy bien a las aldeas rurales donde hay mucha superficie disponible.
- Instalaciones gestionadas por cooperativas energéticas: también está la opción de la cooperativa, que apuesta por este modelo de generación de energía solar y financia la instalación. Los socios aportan una parte del capital y luego comparten los beneficios de la energía producida. Es interesante para potenciar las micro‑redes comunitarias.
¿Cómo funciona las instalaciones fotovoltaicas comunitarias?
Normalmente, se llevan a cabo una serie de pasos.
- Se instalan paneles fotovoltaicos para que capten la luz del sol y producir energía.
- La energía producida se reparte entre los vecinos, según lo acordado.
- En el caso de que se produzcan excedentes de energía, el sobrante se vierte a la red general. Además, esa energía se compensa económicamente, lo que permite pagar menos en la factura de la luz.
- Cada hogar deberá tener un contador inteligente para registrar el consumo individual y la energía compartida, para que exista un control preciso de su uso y se puedan conocer los beneficios del autoconsumo.
¿Por qué unirse a las micro-redes comunitarias de fotovoltaica?
Son muchas las razones por las que merece la pena apostar por las micro-redes comunitarias de energía fotovoltaica.
- Pagar menos en la factura de de la luz: al formar parte de una comunidad energética en una aldea gallega, podrás depender menos de las compañías eléctricas y reducir el pago de la factura de la luz.
- No necesitas disponer de tu propio espacio en el tejado: al tratarse de un modelo comunitario, los vecinos pueden unirse y crear comunidades urbanas para participar en proyectos de energía renovable.
- Aprovechar los excedentes: cuando se genera más energía de la que se consume, este exceso se puede vender a la red eléctrica, lo que permite obtener una importante compensación económica. Al final, es más ahorro.
- Es bueno para el planeta: esta decisión tiene un impacto positivo en el medio ambiente, dado que reduce las emisiones. Es ideal para aportar un importante granito de arena en la lucha contra el cambio climático.
- Los costes de mantenimiento son compartidos: otra importante ventaja es que el precio del mantenimiento de la instalación de fotovoltaica se reparte entre todos vecinos que participan.
Gracias a la colaboración vecinal se puede conseguir una independencia energética, además de disfrutar de todas las ventajas que comentamos. Es interesante porque permite apostar por un modelo colaborativo más allá de la comunidades de vecinos clásicas de los edificios, llegando también a las aldeas de Galicia.
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